Para empezar, espero que me perdones por escribir esta carta abierta. Algo que se espera que sea un intercambio privado entre dos personas, hecho público al mundo. Espero que lo entiendas. Esto tiene mucho que ver contigo, conmigo y con la experiencia universal de amar a alguien y sus efectos en nosotros.
Durante las últimas semanas, he estado observándote mientras comenzabas tu viaje de amor romántico. Una salida casual al cine, que se convirtió en visitas y conversaciones más frecuentes, y luego en una relación. Nunca me he sentido tan "Madre" como me he sentido desde que trajiste a alguien a nuestras vidas. Nunca me había sentido tan vieja como me siento ahora, experimentando esta danza de dejar el centro del escenario para dejarte entrar. Tal vez te parezca extraño, pero no puedo escapar del pensamiento de que, para esta persona, soy la madre de la chica que quiere.

No sé si notas cómo estás cambiando y floreciendo bajo la sombra de este nuevo amor. Estás probando cosas nuevas. Un día incluso te despertaste temprano y saliste a caminar conmigo. ¡Hacía años que no lo hacías! ¡Qué afortunada me sentí! Te veo crecer, todavía tratando de encontrar tu lugar en el mundo, pero con menos vacilaciones y una valentía emergente que no había visto antes.
Debo confesar que a veces siento celos de las formas en que eliges compartir tu vida interior con él. Hasta hace no mucho, yo era la persona con la que venías a compartir cosas que te entusiasmaban o que te parecían interesantes. ¡Qué regalo es que te permitan entrar en el mundo de otra persona! Ser invitada a ser parte de su desarrollo. Esto es parte de la vida, lo sé, y tu felicidad me hace feliz. Estoy emocionada de que descubras esta nueva dimensión de la vida y agradezco poder presenciarla.
Mija, que la bendición del amor que sientes ahora nunca te abandone.
Verte enamorarte me recuerda las veces que yo también me enamoré. Así que sí, mi percepción de tu experiencia está informada por la mía. Si me equivoco, espero que llegue un momento en el que puedas sentarte a mi lado y contarme cómo es para ti este enamoramiento.
Para mí, enamorarme siempre ha sido una apertura y una expansión de mí misma. El amor nos hace sentir hermosos. Hay una belleza que surge al sentir que los ojos que miran a los tuyos pueden descifrar tu mundo interior, que te entienden. Hay una ligereza en la vida que viene con el amor. Y la buena química que se produce en nuestro cerebro nos hace sentir capaces de muchas cosas buenas. Mirándonos al espejo, nos gusta la imagen que vemos. Fabricamos con nuestras manos bienes y regalos para la otra persona. Recordamos las cosas que ama y se las ofrecemos. Los mensajes de la mañana y la noche se convierten en una forma de decir estoy pensando en ti.
Los sentimientos ciertamente pueden nublar nuestra visión y hacernos pensar que hacemos todo lo que hacemos y que vemos todo lo que vemos por la otra persona. Si caemos en esta falacia, una ruptura puede ser devastadora. Pero no quiero hablar de rupturas ahora, quiero volver a los buenos sentimientos que vienen con el enamoramiento. Quiero quedarme allí un poco más, ¿no es así?
He aquí por qué. Nunca supe que sentirme bella, interesante y adorable no era el único efecto de tener a alguien que me ama, sino una revelación de mi propia capacidad para amar. Esto, mi querido hija, es lo que quiero que recuerdes. Siempre has sido y siempre serás todas esas cosas: bella, interesante y digna de ser amada... y mucho más. Y lo que estás experimentando es la revelación de que tienes y siempre tendrás, dentro de ti, esta capacidad de conocer estas verdades profundamente. Enamorarse las hace más accesibles y mi esperanza es que ames a alguien que te ame profundamente. Pero, más que nada, espero que te aferres a lo que ya has descubierto sobre ti misma y sobre el amor.
El amor nos abre de maneras hermosas e inesperadas. El amor aumenta nuestra capacidad de aceptar la belleza de la vida; es una apertura a la inmensidad y abundancia de la vida. El amor es la fuente de nuestro ser y nuestro destino.
Mis deseos para tu andar es que puedas conocer el amor, no solo el amor romántico, sino el Amor Mayor que te ha sostenido siempre. Y que puedas saber amarte a ti misma en cada parte del camino de tu vida. Sobre todo que sepas, con toda certeza y sin duda alguna, en lo más profundo de tus huesos y en cada célula de tu cuerpo, que eres amor encarnado.
Con amor infinito,
Mamá
Comments