“Be Here Now”, estar aquí ahora, la conocida frase de Ram Dass, es un recordatorio para volver al momento presente. Me parece más eficaz que simplemente recordarme a mí misma que debo estar presente. Aquí ahora es un mantra para exhortar a la mente a regresar del futuro que puede estar anticipando o imaginando y de las cavilaciones sobre eventos pasados.
En las noches de insomnio, cuando cavilo sobre algo que dije o una interacción que me dejó confundida o herida, me recuerdo a mí misma que debo estar aquí ahora, vuelvo al ritmo de mi respiración, al lugar en el que estoy y al estado actual de mi cuerpo, a mi necesidad de descanso y sueño.
Cuando estoy preocupada por todas las cosas que no puedo controlar: mi incapacidad para proteger a los que amo o para controlar el resultado de una situación difícil, me invito a estar aquí ahora. Me recuerdo a mí misma que el futuro nunca es exactamente como imaginamos que será. Atiendo el miedo dentro de mí con cuidado y gentileza. “Aquí ahora” es una invitación a volver a lo que es cierto en el momento.
No es una solución rápida ni fácil. Por el contrario, puede devolvernos a una realidad en la que no se pueda escapar de la ausencia de un ser querido o del dolor del momento presente. El momento actual puede significar la dura realidad de la ausencia de alguien a quien amamos, la realidad de la guerra y la violencia, y la realidad de la traición o el abandono. Sin embargo, incluso en esos momentos difíciles, estar aquí ahora nos da la fuerza, el poder y la capacidad de atender el dolor y el sufrimiento tal como están presentes. No buscamos escapar, sino mirar lo que tenemos ante nosotros y atender sus necesidades. La necesidad del momento presente, aunque queramos creer que significa recuperar lo que se perdió o darle control sobre lo que viene, es la necesidad de partes de nosotros mismos de ser vistas, acogidas, consoladas y cuidadas cuando se sienten asustadas, ansiosas, tristes o heridas. Y es cierto que no siempre podemos tener la capacidad de atender esas necesidades por nuestra cuenta, pero estar presentes ante ellas nos da la oportunidad de comprenderlas y, si es necesario, de acercarnos a otras personas que puedan ayudarnos en esos momentos difíciles.
La rumia sobre el pasado y la ansiedad por lo que vendrá son, inconscientemente, una forma de auto abandono, un escape que nos impide centrar nuestra atención y cuidado en lo que está presente y necesita nuestra atención ahora. En el momento presente puedo darle atención a mi rabia, mi soledad, mi miedo, pero también puedo notar la belleza, los regalos, la invitación a la alegría que me rodea. Estar aquí ahora es estar presente a la oportunidad de sanar y a la oportunidad de experimentar la vida plenamente.
El pasado no se puede cambiar pero el dolor del pasado se puede atender en el momento en que aparece de nuevo en el presente. El futuro no se puede anticipar, pero se puede construir sobre los cimientos que ponemos en el momento actual.
Cuando me permito volver al momento presente, sé que tengo la capacidad de escuchar mis pensamientos y necesidades más internas. Así, inesperadamente, puedo estar arraigada y presente a lo único que tengo la capacidad de influir y cambiar: el aquí y ahora.
Te dejo con este poema de John O'Donohue sobre la presencia:
Para la presencia | John O’Donohue
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